En los años 90 y a principios de los 2.00 era muy normal llevar pequeñas joyas enganchadas en los dientes. Muchas chicas adolescentes iban al dentista para que les pegaran estas piezas que destacaban con la sonrisa. Y como todo vuelve, y la moda de los años 90 vuelve a ser tendencia, parece que este complemento se está haciendo un hueco y empieza a triunfar de nuevo.
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Hay de muchas formas y colores diferentes aunque los que más triunfan son los plateados y brillantes (tipo diamante).
Hay algunos que son temporales, adhesivos, y que solo duran unas horas pero no son muy recomendables porque son de plástico y en algunos casos pueden llegar a ser peligrosos.
Lo mejor es comprar una de estas joyas en sitios homologados (centros de pírcings, de estética dental, joyerías...).
Normalmente se colocan en los incisivos laterales o en los colmillos pero eso va a gusto de la persona e incluso hay gente que se pone unos quantos.
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