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Sophie Clark, de 13 años, ha conmocionado a todo el mundo con su terrible decisión de quitarse la vida después de romper con su novia y estar convencida de que todo el mundo la odiaba. Ella le dijo a su padre que iba a dar un paseo, pero no regresó. El padre llamó a la policía ante la posible desaparición de su hija y desgraciadamente la encontraron de noche colgada en un árbol.
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Su psiquiatra,
Zoe Ellison-Wright, ha declarado a los policías que investigan el caso que ya tenía problemas de salud mental y que había intentado suicidarse en marzo de 2016 con sobredosis de paracetamol e ibuprofeno.
"Ella me contaba que se sentía insegura respecto a su imagen corporal, que la mayoría de los días se cortaba las piernas y el estómago como una forma de calmarse. Tenía pensamientos de que estaría mejor muerta porque entonces el dolor desaparecería, pensó que todos la odiaban, incluyendo a sus amigos, pero reconoció que no había pruebas reales de ello", declara la doctora.
La escuela donde iba Sophie se ha tomado la noticia muy mal y han expresado su tristeza. Habían intentado durante los últimos meses ayudarle en todo lo posible. Por desgracia, aunque la ayudaron, no pudieron evitar la desgracia. La investigación también ha descubierto que Sophie declaró sus intenciones a través de las redes sociales a un amigo suyo.
Con esta noticia muchas fundaciones han pedido que se difunda el mensaje de que si alguna vez ves que alguien está pasando por un momento similar avises a alguien que pueda ayudar a esta persona lo antes posible.
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